Aprovechar fortalezas. Enterrar debilidades.
Es hora de innovación… y de reivindicación.
Las empresas de integración de sistemas de automatización en viviendas y edificios han acumulado un conocimiento insuperable en numerosas materias, todas ellas relacionadas con el desarrollo de proyectos de edificación. Y ese conocimiento está infravalorado, en parte por el actual sistema de mercado, donde los contratistas invierten recursos de forma desproporcionada, en parte por las empresas de integración, que siguen centrando sus esfuerzos en ofrecer un producto que a priori no es del todo atractivo.
No cabe duda que la capacidad adquirida por una empresa de integración puede repercutir de forma positiva en el desarrollo de cualquier proyecto. Cualquier empresa de calibre que se precie, ha luchado con sistemas de HVAC, energías renovables, iluminación, así como ha peleado con equipos de diseños de interiores, arquitectos y otros consultores del gremio.
Esto sitúa a dichas empresas en una posición privilegiada en cuanto a conocimiento y gestión se refiere. El problema está en cómo vender dicho conocimiento. Nos seguimos aferrando al aspecto tecnológico de la solución, olvidando el problema de fondo: cómo hacer más rentable e interesante un proyecto.
Que tire la primera piedra quien esté libre de pecado.